Fotografía de Rafael Edwards
Las seguridades se arrastran
acharoladas sobre el pavimento
Madrugada gris
la jauría teje el inconsciente colectivo
escupiendo verdades bajo la luna
Sólo son espejismos
decantando
en el recuerdo de nuestras lágrimas
La soledad es el núcleo
donde hacen el amor las palabras
(me dejo poseer)
Vivo y muero
en este intermitente desgarro de pieles
en el vacío de la mirada
extraviada
puliendo metales con mi sonrisa
abriendo universos con surcos de sangre
dejando huellas
que luego buscarás cuando me ausente
El tiempo no existe
No llores mi muerte
www.columnasur.org
4 comentarios:
¿Cuántas veces fue la muerte
esa herida imborrable y profunda,
que nublaba tus ojos de pena,
que dejaba tu risa infecunda,
tan distinta tal vez a otra muerte,
a tu muerte, mi muerta ajena?
con respecto a la muerte no puedo dejar de pensar en poder ver a un amigo nacer ;). Ya estas agregada en mi blog. besos
Hola Karina,
Siempre disfruto leyendo tus pensamientos(huella), son como pétalos deshojados.
Un besito.
vos no te vas morir nunca, por eso no lloro
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